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LA FRESA |
LA FRESA, EN BRUC GIRONA HABLAMOS DE
La fresa, es
quizás uno de los frutos con más presencia en la cultura
mundial. Su pequeña figura es parte esencial de los
decorados de cocina, su fragilidad, unido a su dulzura y su
acorazonada forma bañada de un intenso color rojo, ha hecho
de este alimento la representación perfecta de la delicadeza
y el buen gusto.
Esta fruta,
hija de una planta rastrera, tiene como denominación
científica el nombre de “Fragaria”, termino proveniente del
latín “fraga”, que significa aroma, el mismo que es muy
intenso y agradable en la fresa.
También
denominada fresilla, por su diminuto tamaño o fresa del
bosque en memoria a su origen como fruto silvestre que nace
entre la maleza de las laderas montañosas.
La fresa, tuvo
su origen en Norteamérica, lugar de donde fue llevada a
Europa en los siglos XVII, siendo empleada únicamente como
planta ornamental. Sin embargo, algunos años más tarde su
irresistible sabor cautivara algún curioso paladar, haciendo
de ella un ingrediente indispensable en la gastronomía
mundial.
Características de la fresa
Sigamos hablando de esta estupenda fruta. La fresa, es una
planta perenne que produce brotes nuevos cada año. Pertenece
a la familia de las rosáceas. Los tallos florales no
presentan hojas. En su extremo aparecen las flores, de cinco
pétalos blancos.
El fruto, que conocemos como “fresa”, es en realidad un
engrosamiento del receptáculo floral, siendo las decenas de
puntitos que hay sobre ella los auténticos frutos.
Su historia como especie cultivada es reciente. Era una
planta silvestre hasta que a partir del siglo XIX se
cruzaron y seleccionaron diversos tipos para obtener mayor
calidad y cantidad de sus frutos, lográndose de esta manera
centenares de variedades.
La fresa la podríamos describir como una fruta de escaso
tamaño, de forma redonda y cónica, de color rojo brillante,
con una eterna hoja de cinco puntas sobre el extremo
superior de su figura. Su pulpa es mantecosa y tan ligera
que se desvanece sin reparo alguno en nuestra boca, sin
ofrecer resistencia a la más mínima presión de nuestros
ansiosos dientes; el dulce sabor que inunda nuestras papilas
gustativas viene acompañado de una ligera caricia de acidez.
No obstante, lo que más caracteriza a la fresa es su intenso
aroma, su penetrante perfume nos hace saber de su presencia
aun cuando su figura permanezca oculta a nosotros. Esta
exquisita esencia ha sido la causante que su fragancia sea
plagiada y puesta artificialmente en cosméticos, útiles de
oficina, ambientadores, fragancias y alimentos embasados.
La fresa crece con gran facilidad en regiones templadas de
diversas partes del mundo. Y en lugares donde el clima no es
propicio, es instalada en invernaderos, haciendo de ella una
fruta presente en todas las mesas durante gran parte del
año.
Propiedades medicinales de la fresa
Sin embargo, sus cualidades aromáticas y su primoroso sabor
no han privado a esta fruta de propiedades medicinales. Por
el contrario, la naturaleza la ha dotado de una gran
cantidad de vitaminas y minerales indispensables para los
seres humanos.
Contiene gran cantidad de ácidos orgánicos y vitamina C,
sustancias minerales y azúcares por lo que es muy apreciado
por su sabor y sus aplicaciones en la medicina tradicional y
actualmente en las dietas de los hospitales.
La fresa contiene un enorme poder antioxidante, a pesar de
su pequeño tamaño, posee enormes cantidades de caroteno,
vitamina C y vitamina E, siendo recomendable su consumo para
la prevención del cáncer.
Igualmente, el consumo regular de fresas ayuda a tratar a
las personas con la presión alta. También es recomendable su
consumo a las personas que sufren de artritis, reumatismo o
gota, puesto que la fresa ayuda al cuerpo a eliminar los
excesos de ácido úrico. Del mismo modo se ha empleado el
consumo de fresas para combatir las lombrices infantiles.
En la medicina natural se empleaba la fresa para limpiar el
aparato digestivo, y como una eficiente alternativa para
reducir índices anémicos y malestares causados por la
artritis y el reumatismo. Asimismo, se ha reconocido que la
presencia de xilitol, previene las caries dentales.
Un grupo de científicos norteamericanos midieron el poder
antioxidante de 12 frutas comúnmente consumidas, entre ellas
la fresa. El resultado final fue que, en una relación gramo
a gramo, la fresa se lleva el premio mayor en contenidos de
vitamina C, vitamina E y betacaroteno, todos ellos
antioxidantes por excelencia; los cuales se encuentran
altamente concentrados en la fresa.
Estos elementos en su conjunto previenen el daño en la capa
más interna de las arterias (endotelio), observado con
frecuencia en personas que sufren de hipertensión arterial,
diabetes o alteración de los lípidos: Colesterol y
triglicéridos.
Asimismo, se comprobó que una ración de ocho fresas contiene
45 calorías, 12 gramos de carbohidratos un gramo de
proteínas, y para felicidad de quienes se ven sometidos a
una dieta estricta, ningún aporte de grasa, colesterol o
sodio.
De este modo, entre sus cualidades están la de ser útil como
diurético, aliviar el reumatismo, reducir el exceso de ácido
úrico, contrapesar la anemia, disolver los cálculos biliares
y renales, contrarrestar las enfermedades del hígado,
aumentar el nivel de defensa del sistema inmunológico,
regenerar la piel y depurar la sangre.
La fresa como alternativa medicinal
Actualmente, muchos médicos recomiendan la fresa en los
regímenes dietéticos por su escasa concentración de
glúcidos. La gran cantidad de ácido ascórbico, así como de
lecitina y pectina contenida en sus frutos, los mismos, que
hacen de la fresa el alimento ideal para disminuir el nivel
de colesterol de la sangre.
Para aprovechar las propiedades diuréticas y
antirreumáticas, se recomienda tres a cuatro tazas diarias
de infusión de las hojas de fresa, las raíces nos ayudan
contra el ácido úrico, la gota y artritis.
Para aliviar las afecciones intestinales, se aconseja la
siguiente cocción: Hervir durante diez minutos dos gramos
del tallo horizontal con las raíces, en una taza de agua.
Filtrar el líquido, dulcificar y beberlo inmediatamente.
Igualmente la infusión de sus hojas, son un excelente
remedio contra la diarrea.
Del mismo modo, las infusiones de hojas secas pueden
utilizarse para curar las llagas de la boca. Asimismo, para
las irritaciones a la piel se aconseja el tratamiento por
medio de compresas. Lavar y machacar hojas aplicándolas
sobre la zona afectada (enrojecida) por el frío, viento o
sol, este mismo procediendo es eficaz para evitar las
arrugas.
No podemos negar, que esta pequeña fruta ha sabido combinar
en armonía un agradable sabor y una elevada cantidad de
propiedades medicinales. No desaprovechemos la oportunidad
de darle un gusto a nuestro paladar y una gran cantidad de
beneficios a nuestro cuerpo.
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